Andan algunos recordando y repitiendo hasta la saciedad los de los 100 (cien) días de gracia que se suelen conceder a los gobiernos para arrancar con la maquinaria burocrática en el comienzo de una nueva legislatura. Se da el caso que este año van a coincidir con el período estival que, durante el mes de agosto, suele paralizarse el engranaje poco o mucho según el cristal através del cual se mire. Y los 100 días parece ser que están revolviendo a más de uno con el objetivo de cumplir con el expediente y quedar bien. Hablamos en términos generales y no necesariamente con respecto a nuestras medianías de Gran Canaria. Pero se da el caso que hay proyectos que las anteriores corporaciones (Cabildo Insular y Ayuntamiento de S.Brígida) dejaron sin arrancar como el tramo peatonal desde la vuelta de El Molino hasta el casco, por citar un ejemplo. En esta línea estaba la cancha deportiva de Pino Santo Alto que según parece el anterior Alcalde de la Villa no quiso inaugurar. Pudo apuntarse la medalla pero no quiso, una medalla que, en el fondo, hubiese tenido que compartir con quien gestionó al 100% el proyecto, la gestión y la subvención. Ahora la medalla será para los vecinos como debe de ser. Los políticos al margen porque para ello están, para gestionar y traer dinero al pueblo y rentabilizar las inversiones, no para apuntarse medallas. El pueblo no es tonto, por mucho que digan algunos que buscan publicidad gratuita. El 27-M está todavía reciente y colocó a cada formación en el lugar que le corresponde. Pero si hoy se gana, mañana se puede perder si el talante no es el mismo. Con agradecimiento y respeto a todos y cada uno de los electores. ¡Qué nadie lo olvide!
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